Museo diocesano de Jaca
Museo diocesano de Jaca
Tesoros artísticos en pleno corazón de Jaca
Información
Normalmente, cuando preparamos una escapada al Pirineo Aragonés, la planteamos pensando en disfrutar de la naturaleza, de las montañas y de actividades o deportes al aire libre; sin considerar que el Pirineo ofrece infinidad de posibilidades más allá de las mencionadas.
A veces, posibilidades que no podríamos ni imaginarnos. Por ejemplo, ¿sabías que en Jaca se encuentra uno de los museos de pintura medieval más importantes del mundo? Su interior no tiene nada que ver con montañas ni paisajes, pero sí con belleza.
El Museo Diocesano de Jaca, también conocido como el museo de la Catedral, tiene más de 2.000 m² y alberga un valiosísimo tesoro artístico. Abrió sus puertas por primera vez hace casi 50 años, pero se reinauguró en 2010 y sorprendió al mundo con una magnífica muestra de arte medieval, que incluye arquitectura, escultura, literatura, música y una excepcional colección de pintura mural románica y gótica.
A todo esto, hay que añadir el valor del lugar en el que se emplaza el Museo Diocesano de Jaca, ya que las obras se exponen en diferentes estancias de la catedral. De hecho, para acceder, se entra primero en la catedral de Jaca (desde la plaza de San Pedro) y después se pasa al museo por una puerta abierta en la capilla de Santa Cruz (situada a la izquierda).
La exposición permanente se organiza en dos pisos y tiene un interesante y moderno montaje, ya que utiliza elementos interactivos y audiovisuales. Con estos sistemas ofrece completas explicaciones de una forma más amena, por lo que despierta el interés de pequeños y mayores.
La visita comienza en el claustro, donde se pueden admirar varios capiteles románicos del siglo XII, inscripciones funerarias de los siglos XII-XVIII, la cripta y una vista estereoscópica del claustro original (que era románico, pero se reconstruyó con el estilo actual en XVII).
A continuación, se pasa a la torreta, cuyas estancias fueron la residencia episcopal, la sede del tribunal eclesiástico y la cárcel. En ellas se expone un conjunto de documentos, códices y libros; así como elementos relacionados con la música, entre los que se encuentran libros de coro, partituras e instrumentos. En este espacio también se encuentran las campanas de la Catedral de Jaca, con un sistema que, como curiosidad, permite escuchar los toques más característicos.
En el refectorio se puede ver una importante muestra del arte románico en Aragón. Se exponen pinturas murales que fueron extraídas de las iglesias pertenecientes a la diócesis de Jaca entre los siglos XI y XVI.
La siguiente es una de las salas más importes, Bagüés. Aquí se puede ver uno de los conjuntos más importantes de pintura románica en España e incluso en Europa. Las obras fueron realizadas en la iglesia de Bagüés entre 1080 y 1096 y se extrajeron casi 900 años después, para ser colocadas en lienzos y expuestas en el Museo Diocesano de Jaca. Además, esta sala es especialmente espectacular porque fue adaptada para que presente la misma configuración que la iglesia de la que se recuperaron las pinturas. De este modo, permite imaginarse a la perfección como eran los interiores de estos templos.
El recorrido continúa por las capillas claustrales, que en su día permitían que particulares llevaran a cabo sus cultos. Estas albergan ahora piezas de estilo románico, como tallas policromadas o el sarcófago del conde Sancho Ramírez, hijo del rey Ramiro I de Aragón.
A continuación, se puede visitar la sala capitular, donde se tomaban las grandes decisiones sobre la catedral y el cabildo.
Al subir a la primera planta, se llega al secretum, que antaño sirvió para guardar documentos valiosos y monedas, y que actualmente sigue guardando ‘tesoros’, como pinturas en grisalla y destacadas piezas de orfebrería.
Por último, se pasa a la antigua biblioteca, donde se exponen piezas de pintura y escultura pertenecientes al gótico y a la edad moderna (siglos XIII y XVIII).
La muestra es amplísima y de gran valor y permite conocer el románico aragonés de un modo privilegiado, no solo por la abundancia de obras y el entorno en el que se encuentran, sino también por la importancia mundial que tienen.
El horario del Museo Diocesano de Jaca es muy amplio, permitiendo visitas de lunes a sábado en horario de mañana y de tarde y también los domingos por la mañana. Incluso en julio y agosto, el tiempo de apertura se extiende dos horas más.
La entrada general al museo cuesta 6€, la reducida 4,5€ y la infantil/peregrino 3€. Se ofrece además la posibilidad de conocer todos los rincones y detalles del museo mediante interesantes visitas guiadas, que tienen lugar todos los días de la semana. Cabe destacar que también hay una entrada combinada para museo y catedral, con los siguientes precios: general 7,5€, reducida 6€ e infantil/peregrino 4,5€.
Y después de una intensa jornada en el Museo Diocesano, te recomendamos ir de tapas por Jaca. En las dos plazas que encontrarás a la salida de la Catedral (plaza de San Pedro y plaza de la Catedral), hay restaurantes con estupendas tapas y raciones, como Casa Frau, Bodegas Langa, El Abuelo o Mesón Serrablo. A pocos metros, encontrarás también las delicias de La Tasca de Ana o 19 tapas y 500 vinos (calle Ramiro I).
Esperamos que este artículo te resulte útil, por si algún día te preguntas qué hacer en Jaca. Aunque por supuesto, este es solo un ejemplo de lo que ofrece la ciudad, no podemos olvidar la Cuidadela de Jaca, el Museo de Miniaturas Militares, la Torre del Reloj, el Fuerte de Rapitán o el Real Monasterio de las Benedictinas.
Y si lo que te preguntas es qué ver en Jaca y alrededores, no te puedes perder la Estación Internacional de Canfranc y el Monasterio de San Juan de la Peña.